La semana perpetua, la primera novela de Laura Vazquez, es una obra que desentraña las complejidades de la existencia contemporánea con una voz literaria única y profundamente poética. La narrativa se centra en una familia disfuncional cuyos miembros enfrentan los conflictos internos y externos de una sociedad moderna fragmentada. Entre los personajes destacan un padre que desea borrar su pasado, una madre ausente que se convierte en una presencia negada, un hijo que encuentra refugio en el mundo digital y la poesía, y una hija que lucha por mantener su equilibrio en una realidad abrumadora. Estas voces se entrelazan con relatos de adolescentes, personas mayores y usuarios de internet, creando un caleidoscopio de perspectivas que reflejan la multiplicidad de la experiencia humana.