El vuelo de las garzas es un libro de luz, de fuego y de juego. Hay, por ello, de continuo, un fulgor verbal que lo atraviesa. Hay un lenguaje vibrante, utilizado para fascinarnos. Como también se sirve Luis Díaz Viana de ese muestrario o dechado de cantares, romances, leyendas, parábolas, mitos? que nos transporta a un universo de encantamiento, a un país de nunca jamás, a un territorio donde podemos dormir en la noche bajo la copa de un roble, cuyo tronco se vuelve de oro, para descubrir la maravilla del mundo.
José Luis Puerto