El hombre moderno corre el peligro de cegar con cemento los manantiales de la profundidad y va cayendo inexorablemente en la trampa del tecnicismo racionalista y del entontecimiento intelectualista. Necesita urgentemente volver a salir a la búsqueda de la princesa encantada y del príncipe hechizado.
Admitamos que el mundo en el que "el sentimiento lo es todo" existe con tanta verdad como el de lo visible y lo racional. Tomémoslo de nuevo en serio, porque nos trae la posibilidad de reencontrar la unidad, plenitud, profundidad y armonía de que carecemos manifiestamente.
Los cuentos y narraciones infantiles, con sus imágenes, símbolos y figuras, son un material insustituible para la educación integradora y creativa de los niños... y de los padres y educadores.